viernes, 20 de junio de 2008

LOS BERCIANOS

Esta es una bonita carta de Cesar Gavela sobre la personalidad de los Bercianos:

LOS BERCIANOS


La ventaja de los bercianos es que podemos ser de muchos lugares, yo ya no sé si demasiados. Y siendo de tantos sitios, acabamos no siendo de ninguno, lo que tiene su gracia y su modernidad. Aunque es cierto que nuestro mundo es el Noroeste. Y lo enmarcan el Atlántico y el Esla.

Los bercianos podemos ir de gallegos, por ejemplo. Es muy fácil. Por mi parte, cuando me fui a Madrid me tuvieron por tal. El acento de la comarca ayuda mucho. Yo entonces no quise problemas: acepté ese paisanaje impostado. Me convenía porque así me libré de alguna que otra crueldad en el colegio mayor o en el cuartel, cuando novato. Porque los gallegos se apoyaban entre sí; protegían al paisano que llegaba. Ese comportamiento, que acaso hunde sus raíces en siglos de desprecios ajenos, no lo observé entre los vecinos de otras regiones españolas. Y yo me dejé mimar por aquella práctica noble y bondadosa. Ahora bien, los bercianos podemos disfrazarnos de gallegos, y estar contentos con esos ropajes, siempre y cuando no nos quieran anexionar. Que lo sepan los nacionalistas gallegos, esos políticos de votos escasos pero muy activos, que buscan que el Bierzo sea Galicia, inútil empeño, necia ruptura con más de mil años de ser leoneses. Nosotros somos gallegos de pega a veces, y nos puede gustar ese juego, pero no somos gallegos.

Los bercianos también podemos ir de asturleoneses. Y eso que yo no sé muy bien lo que es ser asturleonés, aunque sí sé algunas palabras del idioma lleunés, tan abandonado él. Porque esas palabras poblaron y pueblan mi memoria. Mi abuela asturiana decía palabras de esa lengua familiar y acunadora; mi madre también. La música verbal de mi infancia es galaica y es asturleonesa. Aunque yo no sea asturiano ni gallego. Y ame profundamente al idioma castellano, que es el mío.

Los bercianos también podemos ir de leoneses, que es lo que administrativamente somos por otra parte. Pero también podemos ir de bercianos sólo, sin mayores extensiones. En este caso terminamos siendo un poco solitarios, no nos sienta mal ese camino. Ese camino es el que nos imprime el fuerte carácter de nuestra región. Individualistas, una virtud que a veces es pecado. Yo prefiero ir de berciano pero sin olvidar que somos ciudadanos del mundo. Y que el amor y el tiempo son nuestras armas. Y que podemos vencer con ellas, como cualquiera en este planeta. Porque lo que prevalece es la lucha. La de cada cual.