viernes, 19 de junio de 2009

Parques Eólicos: Beneficios inmediatos, impacto permanente

Favorecer el fomento de las energías renovables dicen, de acuerdo, totalmente a favor de buscar formas de producción energética alternativa que ayuden a preservar el aumento de contaminación atmosférica y la generación de residuos difíciles de desechar. Energía eólica, fácil de obtener y no contaminante, pero, ¿a qué precio? La noticia saltaba hace unos 15 días, la Junta de Castilla y León autorizaba la construcción de un parque eólico entre los municipios de Igüeña, Noceda del Bierzo y Toreno. http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=457575

Aparentemente, sería un titular sin mucha más miga, una noticia más que pasaría desapercibida en los medios de comunicación autonómicos, de no ser por los excepcionales valores naturales existentes en el área que se pretende invadir con torres eólicas de más de 60 metros de altura y por las continúas y reiteradas agresiones al medio ambiente que desde la Junta de Castilla y León se permiten en la hermosa (cada vez menos) y mágica comarca de El Bierzo.

El área que abarca los tres municipios mencionados anteriormente, se trata del cordal meridional de una sierra, la de Gistredo, que supone el interfluvio entre los ríos Sil y Boeza, con unas altitudes rondando los 2000 metros (el pico Catoute un poco al norte alcanza los 2117 metros, cumbre más alta de El Bierzo), con valores faunísticos, florísticos y geomorfológicos muy destacados (entre ellos osos pardos, densos bosques de abedular y una cubeta glaciar que no hace mucho tiempo fue un lago de cierta entidad). Los valles son profundos y las cumbres dónde irán los aerogeneradores son visibles desde un área muy extensa.

La aprobación de este nuevo parque está basada en un informe de Impacto Ambiental ciertamente flojo, superficial y que parece estar hecho más por una consultora de estudios económicos o sociológicos que por la experta, profunda y capacitada visión de un equipo evaluador de Impacto Ambiental. Se ignoran los ciclos de hibernación de los osos pardos y se minusvaloran las formaciones boscosas de abedul y roble, destacando que al encontrarse rodeadas de matorral de degradación han perdido su valor natural (aquí el informe): http://plataformadefensagistreo.blogspot.com/2009/06/un-desastre.html

Sin embargo, cabe preguntarse una vez dadas las autorizaciones ambientales, si la culpa no es tanto de la Junta de Castilla y León, que al fin y al cabo es un mero gestor del territorio regido por intereses económicos; como de las autoridades locales municipales que en estas áreas rurales, donde la minería del carbón y la agricultura ya no son competitivas, por entregar a manos del mejor postor el único valor que les resta a estos parajes, el único valor aprovechable económicamente con, por ejemplo, iniciativas de turismo rural, el valor natural. La coartada utilizada por parte de los alcaldes es clara, el monte tal y como está no da dinero, el dinero de los aerogeneradores evitará la muerte del pueblo. En realidad, el dinero de los aerogeneradores supone el tiro en la nuca para estos pueblos. En un primer momento las arcas municipales se hincharán y se podrán acometer obras de acondicionamiento de calles y mejora de servicios y equipamientos, pero una vez hecho todo eso, se darán cuenta de que tras conseguir tener por fin un pueblo bello y cuidado, nadie querrá ir ni a vivir, ni a visitarlo, ni a plantearse el inicio de una actividad empresarial de tipo turístico, y entonces el pueblo seguirá muriendo como hasta ahora, quizás con un letargo mayor, pero muriendo al fin y al cabo y cuando se pregunten el porqué de la situación sólo tendrán que mirar hacia arriba pero no demasiado, sólo tendrán que contemplar sus colinas con una retahíla de aerogeneradores alineados en la cumbre, girando día y noche sin parar, mientras un poco más abajo los habitantes que aún pervivan podrán comprobar la efectividad del dicho "pan para hoy, hambre para mañana".


En definitiva, se debe tener mucho más en cuenta la ubicación de estos parques eólicos en lugares que no presenten estos valores naturales tan destacados y sobre todo, se debe proteger un poco más esta tierra berciana, explotada en el subsuelo, la superficie y el aire por una producción energética excesiva y en algunos casos abusiva.